Grabar o transmitir en vivo tus partidas es una de las actividades más populares entre los jugadores de PC hoy en día. Sin embargo, muchos notan que cuando activan la grabación o el stream, los FPS caen, el juego se siente más pesado o incluso aparecen tirones molestos. La buena noticia es que, con algunos ajustes y herramientas adecuadas, podés grabar y streamear sin sacrificar el rendimiento de tu PC. En este artículo te explicamos cómo hacerlo paso a paso, qué programas conviene usar y qué configuraciones te van a permitir mantener la fluidez en tus juegos mientras compartís tu contenido.
💡 Entendé qué afecta el rendimiento
Antes de optimizar, conviene saber qué es lo que más impacta al rendimiento cuando grabás o hacés stream:
- El procesador (CPU): codifica el video en tiempo real, algo que consume bastantes recursos.
- La tarjeta gráfica (GPU): si usás un códec que depende de ella (como NVENC o AMD AMF), parte de su potencia se destina al video.
- La memoria RAM: tanto el juego como el software de grabación necesitan suficiente memoria para funcionar con fluidez.
- El almacenamiento: grabar en discos duros lentos puede causar bajones o pérdidas de cuadros.
Saber esto te ayuda a decidir qué programa y códec usar, además de ajustar los parámetros según el hardware que tengas.
🧰 Elegí el software correcto para grabar y streamear
El primer paso es usar una herramienta eficiente. Las más recomendadas actualmente son:
- OBS Studio: gratuito, de código abierto y muy completo. Ideal para grabar o transmitir.
- NVIDIA ShadowPlay (GeForce Experience): excelente si tenés una GPU NVIDIA, ya que usa su propio códec NVENC, que apenas afecta los FPS.
- AMD ReLive: equivalente a ShadowPlay, pero para placas AMD.
- Xbox Game Bar (Windows 10/11): práctica para grabaciones rápidas, aunque con menos opciones de personalización.
Si tu prioridad es el rendimiento, ShadowPlay o ReLive son los más livianos. Si querés un control total sobre la calidad y la escena, OBS Studio es la mejor opción.
⚙️ Ajustes clave para grabar y streamear sin lag
Cuando grabás, el objetivo es equilibrar calidad y fluidez. Estos son los puntos esenciales que tenés que ajustar:
1. Resolución y FPS
Grabar a 1080p y 60 FPS es ideal, pero si notás caídas, podés bajar a 720p o 30 FPS. La diferencia visual es menor de lo que parece, y la mejora en rendimiento puede ser importante.
2. Bitrate
El bitrate determina la calidad del video. Para grabaciones locales, podés usar entre 15.000 y 25.000 kbps. Si tu PC se resiente, bajalo a 10.000. En streaming, depende también del ancho de banda, como veremos más abajo.
3. Códec de video
Usá siempre codificación por hardware:
- NVENC (NVIDIA) o AMF (AMD) si tu GPU lo soporta.
- Intel Quick Sync si tenés un procesador Intel moderno.
Estos códecs alivian mucho la carga del CPU y mantienen un rendimiento estable. Evitá usar el códec x264, salvo que tengas un procesador muy potente.
4. Disco de grabación
Guardá las grabaciones en un SSD, no en un HDD. La velocidad de escritura influye mucho en la fluidez. Si grabás directamente en un disco externo lento, podés tener caídas de rendimiento o errores.
📡 Cómo grabar y streamear sin perder rendimiento
En streaming, además de la PC, también entra en juego tu conexión a Internet. Estos consejos te van a ayudar a mantener todo estable:
1. Conexión y bitrate
Para un stream fluido en 1080p/60 FPS, necesitás una subida mínima de 6 Mbps, aunque se recomienda al menos 10 Mbps. Si tu conexión no lo permite, bajá la calidad a 720p/60 FPS con un bitrate de 3.000 a 5.000 kbps.
Recordá: si el bitrate es muy alto para tu conexión, el stream se va a entrecortar o pixelar.
2. Servidor de transmisión
En OBS, elegí siempre el servidor más cercano a tu ubicación (por ejemplo, Buenos Aires si estás en Argentina). Esto reduce la latencia y mejora la estabilidad del stream.
3. Escenas livianas
Evitá cargar muchas fuentes pesadas en tus escenas (como animaciones en bucle o videos en alta resolución). Cuanto más simple sea la escena, más recursos tendrá el juego.
4. Prioridad de proceso
En la configuración avanzada de OBS, podés subir la prioridad del proceso a “Above Normal” para que el software responda mejor sin afectar tanto al juego.
🧩 Trucos adicionales para optimizar tu PC
Además de las configuraciones del programa, hay pequeños ajustes en tu sistema que hacen la diferencia:
- Cerrá programas en segundo plano antes de grabar o hacer stream.
- Activá el modo de alto rendimiento en Windows.
- Usá drivers actualizados de tu GPU.
- Si tenés una CPU multinúcleo, podés asignar núcleos específicos para el juego y otros para OBS (desde el Administrador de tareas → Detalles → Afinidad).
- Desactivá el V-Sync si notás input lag al grabar.
Y si tu PC es de gama media o baja, grabar con ShadowPlay en lugar de OBS puede darte entre 10 y 20 FPS extra en promedio.
🎯 Conclusión
Grabar o transmitir en vivo no debería obligarte a sacrificar rendimiento. Con el software correcto, códecs por hardware y una buena configuración, podés mantener tus FPS altos y tu juego fluido, incluso mientras compartís tu contenido con el mundo.
Recordá que cada equipo es distinto, así que lo ideal es probar diferentes combinaciones de resolución, bitrate y códec hasta encontrar el equilibrio perfecto. Una vez que lo logres, vas a poder disfrutar de lo mejor de ambos mundos: jugar y compartir sin interrupciones.
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